Thursday, April 25, 2024
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Crítica de Cats: Demencia felina

ARTNEWSPRESS: Tom Hooper firma una de las películas más surrealistas de la historia del cine

La expresión “Crazy cat lady” o, en nuestro idioma, “Loca de los gatos” se usa para describir a mujeres de mediana edad que, además de sufrir cierto desequilibrio mental, viven rodeadas de felinos. Muchos piensan que este es un estereotipo sin ninguna base real, pero después de ver “Cats” puedo afirmar con toda seguridad que estos animales serían capaces de llevar a la locura hasta a las personas más cuerdas. Tom Hooper, director conocido por la adaptación cinematográfica de “Los Miserables”, ha conseguido transformar el famoso musical felino de Andrew Lloyd Weber en un colosal desfile de imágenes extravagantes y psicóticas, a cada cual más desquiciante.

Un mal viaje

Consumir sustancias alucinógenas dentro de una tienda de mascotas es la experiencia que más se aproxima a ver esta película. El efecto que causa en el cerebro del público es similar al de la hierba gatera que inhalan sus protagonistas y, al igual que dicho narcótico, también puede tener terribles efectos adversos. Hasta ahora, todos los que se han atrevido a ingerir este producto han acabado experimentando un delirio febril plagado de colores psicodélicos, canciones frenéticas e imágenes terroríficas. “Cats” es una cinta grotesca de principio a fin; de hecho, su escena inicial no tiene nada que envidiar a las alucinaciones de Ewan McGregor en “Trainspotting”.

Esta secuencia muestra a la gata Victoria (Francesca Hayward) siendo abandonada en un vertedero. Unos seres de lo más siniestro surgen de entre las sombras y se acercan a ella siguiendo el compás de una música carnavalesca. Las criaturas, que se hacen llamar gatos jélicos (más vale que os acostumbréis a esta palabra porque no para de repetirse), acaban arrastrando a la pobre Victoria hasta su baile anual: una ceremonia en la que la líder del clan (Judi Dench) escoge a uno de sus súbditos para que renazca en una nueva existencia jélica, signifique lo que signifique. De esta forma, los diferentes felinos se presentan ante Dench, describiéndose a través de canciones: tenemos una gata perezosa, un gato goloso, dos gatos traviesos, un maquinista de tren… Este despliegue de personajes termina haciéndose tremendamente repetitivo, y más que a la trama de una película acaba pareciéndose a una versión gatuna de Pokémon; con la gran diferencia de que, tratándose de estos engendros, nunca querrías hacerte con todos.

Talento desperdiciado

Con la intención de dotar de un conflicto a este bizarro “Got Talent”, el gato Macavity (Idris Elba) trata de sabotear al resto de concursantes del show. Para lograr su objetivo, el villano hará desaparecer a los otros participantes con la ayuda de sus… ¿poderes mágicos? Así es, en “Cats” también hay gatos magos. Aunque esta clasificación parece estar hecha aposta para el personaje de Ian McKellen; el actor que dio vida a Gandalf se ve recluido en un papel bochornoso que incluye acciones como emitir maullidos lastimeros y beber leche de cuencos. Por desgracia, McKellen no es la única estrella empeñada en perder el respeto del público. Resulta incomprensible que tras hacerse con artistas como Taylor Swift, Jennifer Hudson y Jason Derulo; Hooper haya optado por ocultar a todo su elenco bajo una capa de maquillaje digital. Este experimento solo sirve para lograr que los movimientos de bailarines y cantantes parezcan inhumanos y artificiales, transformando lo que debería ser la principal fortaleza del musical en su mayor debilidad.

A pesar de este gran defecto, ciertos números musicales consiguen mostrar algún atisbo de la espectacularidad que caracteriza a los otros trabajos del director, y la banda sonora sigue gozando de gran calidad. Destaca especialmente la nueva pieza compuesta para la película, “Beautiful Ghosts”, en la que Victoria relata lo feliz que se siente siendo acompañada por sus amigos, después de haber vagado en soledad por las calles de Londres. Una letra preciosa que carece de sentido si tenemos en cuenta que la felina no ha pasado ni dos segundos sola tras ser abandonada al comienzo del film. Pero a estas alturas, por mucho que le busquemos los tres pies al gato, no vamos a encontrar ni el más mínimo rastro de coherencia en “Cats”.

Conclusión

El intento de Hooper de adaptar uno de los musicales más longevos de Broadway a la era digital concluye de forma desastrosa. Aunque su tráiler ya aventuraba un CGI infame, la trama de “Cats” logra estar a la par de su aspecto visual en términos de surrealismo, y eso ya es mucho decir. La película cuenta con algunos destellos de talento, pero estos parecen más producto de la casualidad que de otra cosa. Puede que los fans más acérrimos del género acaben disfrutando alguna de sus coreografías. Para el resto, digerir esta cinta se antojará igual de molesto que vomitar una enmarañada bola de pelo.

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Borja Echeverría

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