Friday, April 26, 2024
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Crítica de The Wonderland, el estético viaje animado de Keiichi Hara

NAZIA BARANI ARTNEWSPRESS: Crítica de The Wonderland, la película animada de fantasía y aventuras de Keiichi Hara sobre Akane, una chica insegura que deberá emprender un viaje a un mundo paralelo y maravilloso para convertirse en su salvadora.

The Wonderland es la cinta más reciente de Keiichi Hara (Miss Hokusai, Colorful). Ya debutó en Japón el pasado abril y se estrenó internacionalmente en el Festival de Internacional de Animación de Annecy en junio, y ahora llega a España de la mano de Selecta Visión. Basada en la novela de Sachiko Kashiwaba, ha sido adaptada a la gran pantalla por Miho Maruo. Su versión original incluye a las voces de Mayu Matsuoka, Anne Watanabe, Kumiko Asō, Nao Tōyama, Keiji Fujiwara y Akiko Yajima.

Es la historia de Akane, una adolescente sin confianza en sí misma y descontenta con su vida. El día antes de su cumpleaños, visita a su tía Chii, quien es un poco trampera y una especie de alma libre. El día de las dos da un giro completo cuando de repente son visitadas por un Hipócrates, un alquimista de otro mundo, y su estudiante, Pipo. Ambos urgen a Akane a acompañarles al otro lado para emprender una misión y salvar el mundo, ya que Akane está destinada a ser la Diosa del Viento Verde y ayudar al Príncipe a completar su destino.

Durante su épica misión, el pequeño grupo va visitando diferentes pueblos y escenarios, con los que nos enamoramos por completo de este extraño mundo paralelo, construido con muchísimo mimo y detalles. Y es que precisamente este “Wonderland” es la mayor virtud de la película.

Akane en el País de las Maravillas

The Wonderland es una película de fantasía y aventuras, donde no faltan las maravillas, los contratiempos y todo tipo de magia. Es una historia de “coming of age”, en la que la protagonista Akane debe encontrar su valor y confianza para poder superar los obstáculos del camino y finalmente completar su misión para salvar el mundo. No es tarea fácil, y el que además todos la vean como una especie de salvadora mesíatica no ayuda a rebajar la presión. Por si fuera poco, el malvado Zan Gu y su secuaz Doropo no hacen más que causar el caos con su extraña maquina metálica que devora todo a su paso.

Al igual que otras historias como Alicia en el País de las Maravillas, o Las Crónicas de Narnia, The Wonderland nos sumerge en una tierra completamente nueva y original. Es un mundo muy parecido al nuestro, aunque la llegada de la industrialización no tuvo el mismo impacto tecnológico y científico. El mundo de Hipócrates y Pipo es bellísimo, lleno de encanto y colores que hacen que nos enamoremos de esta forma de vida tranquila y las impresionantes criaturas que lo habitan, desde los enormes peces de colores hasta las ovejas esponjosas que parecen una bola de algodón.

La animación, aunque limitada en ocasiones, está usada con mucho tino, reservando el grueso del presupuesto para las escenas de mayor peso. Visualmente, The Wonderland es una auténtica preciosidad, con escenarios detallados y creativos que nos invitan a querer pasar mucho más tiempo en cada uno y acompañar al grupo en su pequeño road trip. Los personajes principales, y los que nos vamos encontrando por el camino, son entrañables y carismáticos y consiguen emocionarnos en más de una ocasión.

Un viaje emocionante… pero demasiado ajetreado

Por desgracia, si el punto fuerte de The Wonderland es el mundo original y sus maravillas, el flojo es la historia. No es necesariamente malo que ya partamos de un concepto usado que hemos visto ya en muchas historias (si algo funciona y no está roto, ¿por qué parar de usarlo?), si no la manera de contarlo. A pesar de lo increíble y sorprendente del mundo en el que nos encontramos, querer mostrarnos todas sus facetas alarga la historia innecesariamente. Se nos presentan una cantidad de escenarios diferentes durante el viaje de los protagonistas, y a veces esto retrasa el ritmo y la trama tanto que llegas a perder el hilo de la historia.

Además de esto, tristemente parece que esta película de animación cae en ese saco de las que intentan imitar a Ghibli y Miyazaki pero se quedan a medio camino. Uno de los temas de la historia es la industrialización contra la vida campestre, y desde luego el director Keiichi Hara no es sutil al presentarlo ni aleccionarnos sobre lo mal que van las cosas en la parte más industrializada del mundo. Es precisamente este afán por la exposición y deleitarnos con todas las cosas increíbles de este mundo, que hace que el último tramo de la película se note apresurado, sin apenas tiempo para presentar y construir a personajes que deberían ser claves, por lo que su destino crucial no termina de calar ni resultar tan importante.

Esta sobreexposición y lo increíblemente ajetreado del viaje, hace que perdamos la ocasión de conocer más a los personajes y sus dificultades, ya que al final terminan estando donde deben estar en favor de la trama. Quizás una historia más sencilla habría tenido un impacto emocional mucho mayor, pero aún así The Wonderland sigue resultando una auténtica preciosidad para la vista y una aventura entretenida a la que merece la pena dar una oportunidad.

Así que ya sabéis, si queréis ver un hermoso viaje lleno de fantasía y maravillaros con su increíble apartado visual, The Wonderland ya está disponible en las salas de cine de España.

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