ARTNEWSPRESS: Gurinder Chadha compensa la simpleza y la falta de sutileza de su filme a base de contagiosa alegría y de fe en el poder del arte para proporcionarnos la libertad
La nueva película de Gurinder Chadha cuenta la misma historia arquetípica que en su día contaron títulos como ‘Rebelde sin causa’ o ‘Footlose’, en su caso a través de un muchacho inglés de origen paquistaní que encuentra su identidad gracias a la música de Bruce Springsteen. Para ello combina un tono discretamente realista con explosiones de pura fantasía en forma de números musicales, que en su mayoría resultan increíblemente cursis pero que capturan a la perfección y sin condescendencia o cinismo el tipo de euforia que solo un adolescente es capaz de sentir al escuchar música.
En el proceso, deja claras su intención de reconfortar a toda costa; aunque toca asuntos como el racismo, los efectos destructivos del thatcherismo y el conflicto entre el tradicionalismo y adaptación, en última instancia defiende que no hay nada que no pueda remediarse con una canción de The Boss, y para ello recurre a personajes caricaturescos y conflictos emocionales tan profundos como los de un culebrón matutino. Pero Chadha compensa la simpleza y la falta de sutileza -también el desdén por la poesía y belleza melancólica que las letras de Springsteen, tampoco precisamente sutiles, sí tienen- a base de contagiosa alegría y de fe en el poder del arte para proporcionarnos la libertad.
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Nando Salvà