Friday, May 3, 2024
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Crítica de ‘Una gran mujer (Beanpole)’

Maria Barani ARTNEWSPRESS: Para adeptos a las inmersiones sensoriales y emocionales en el pasado.

Dirección: Kantemir Balagov
Reparto: Viktoria Miroshnichenko, Vasilisa Perelygina, Konstantin Balakirev, Andrey Bykov, Olga Dragunova
Título en V.O: Dylda
País: Rusia Año: 2019 Fecha de estreno: 20-12-2019 Género: Drama Color o en B/N: Color Guion: Kantemir Balagov, Aleksandr Terekhov Fotografía: Kseniya Sereda
Sinopsis: Leningrado, 1945. La Segunda Guerra Mundial ha devastado la ciudad y derruido sus edificios, dejando a sus ciudadanos en la miseria tanto a nivel físico como psíquico. El asedio (uno de los peores de la Historia) ha terminado, la vida y la muerte continúan combatiendo en el desastre que la guerra deja tras de sí. Dos mujeres jóvenes, Iya y Masha, tratan de encontrar un sentido a sus vidas para reunir fuerzas de cara a reconstruir la ciudad.

Lo mejor: el perfecto encaje del drama privado en la tragedia histórica.

Lo peor: una cierta rigidez en el desarrollo narrativo.

Tras la revelación que supuso Demasiado cerca (2017), en la que Kantemir Balagov revisitó el drama de la Guerra de Chechenia, el joven cineasta ruso propone en Una gran mujer (Beanpole) un nuevo viaje al pasado, en este caso al Leningrado de las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, donde dos mujeres que anhelan ser madres se descubren atrapadas en un pozo de abatimiento y sinrazón.

Atentando así contra la nostalgia por un pasado que está siendo glorificado por el Gobierno de Vladimir Putin, Bagalov se muestra atento a cada gesto de aflicción, desconsuelo o enajenación de sus protagonistas. Mujeres que, sin embargo, nunca caen en la parálisis, empujadas por una dignidad interior que se manifiesta en la determinación de cada uno de sus movimientos. Decidido a retratar un mundo abocado al colapso moral, Balagov emplea un mecanismo narrativo de efectos devastadores, según el cual cada indicio de esperanza es aplastado por la certeza de un destino aciago.

Un punzante fatalismo que, combinado con un colorismo de raigambre pictórica y unas feroces interpretaciones de las debutantes Viktoria Miroshnichenko y Vasilisa Perelygina, hacen de Una gran mujer (Beanpole) una experiencia tan deslumbrante como devastadora.

https://fotogramas.es

MANU YÁÑEZ

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